viernes, 5 de junio de 2015

La rendición de Breda

La rendición de Breda se produjo el 5 de julio de 1625, después de un año de asedio sobre esta ciudad. Este asedio lo debemos enmarcar en la guerra de los treinta años pero también en la de los ochenta años. Un periodo de tránsito, en el que con esta victoria parecía que España mantendría sus posesiones en las Provincias Unidas. Pero su independencia de la corona se proclamó con la paz de Wesfalia, además de la irrupción del camino español.

La rendición de Breda la debemos encuadrar con el final de la Pax Hispanica (1598-1621) dentro de la guerra de Flandes. Esta paz acabaría con el asedio de una de las plazas de las Provincias Unidas, a pesar de que fue repelido la guerra comenzó. En esos años posteriores encuadramos el asedio de Breda.

                                                  mapa del asedio de la Rendicon de Breda

El general que dirigía el ejército era Ambrosio de Spinola, el asedio empezó en agosto de 1624. Fue un asedio duro, ya que casi duro un año, la forma de combate del ejército de Spinola era el desgaste de los enemigos dentro de la fortificación por falta de suministros. Aunque las Provincias Unidas recibieron ayuda danesa e inglesa fueron derrotados por el ejército español. El asedio tuvo grandes pérdidas  humanas en los dos bandos, es cierto que la ciudad asediada salió más perjudicada, pero una gran victoria para Spinola y la corona española, una de las ultimas que tendrían en la guerra de Flandes.

                                   Las lanzas o rendición de Breda, por Velázquez en 1635

Pero a pesar de ser una de las grandes batallas ganadas por el ejército español, el máximo expositor y divulgador de est hecho fue Velázquez, a través de su obra Las lanzas o La rendición de Breda, pintada en 1635 al óleo. En la que podemos ver al general  Ambrosio Spínola  recibiendo del gobernador holandés, Justino de Nassau, las llaves de la ciudad de Breda, rendida tras un largo asedio el 5 de junio de 1625.  Encargado por el valido Olivares, durante el reinado de Fernando IV. El cuadro representa la superioridad del ejército español sobre el de las Provincias Unidas, además de cómo se postra ésta sobre la corona española, se ve representado en los dos personajes centrales de la obra.

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